Perú ganó, gustó y goleó 3-1 a Venezuela.

La noche fría de Lima se calentó en el estadio Nacional con el juego atildado, con los vaivenes de toques y trazos de sutileza que sobre la alfombra de gras tejieron los jugadores peruanos para golear 3-1 a Venezuela.

Perú empezó con la misma desesperación y ansiedad de siempre por buscar el gol. Sus ataques desordenados eran controlados por una ordenada defensa venezolana. Perú se olvidaba del toque y recurría al pelotazo, lo cual facilitaba la tarea de los altos defensores venezolanos.
Hasta el minuto 27 de ese primer tiempo se tuvo que esperar para que los jugadores empiecen a hablar el mismo idioma, se junten y una combinación entre Pizarro y Mendoza, terminó en un remate del "Condor" que salió desviado.

Ese primer aguijón empezó a desnudar las limitaciones del equipo venezolano. La "vino tinto" empezaba a desconcentrarse y dos errores en las salidas le restaron confianza a su retaguardia. Perú asomaba y mejoraba en la recuperación de balones.

La ansiedad encontró la calma a los 34 (pt), gracias a un grueso error del eficiente arquero venezolano, Angelucci. Su rechazo le quedó a Jefferson Farfán que la empujo para gritar la primera alegría peruana.

El "Condor" Mendoza se escapa y lo traban dentro del área, pero el árbitro chileno, Sellman, no la ve o no la quiere ver como toda la noche. Pésimo arbitraje del chileno.

No hay más que informar del primer tiempo.

El segundo tiempo fue otra historia. Perú se acuerda de que sabe jugar al fútbol y arrincona a Venezuela en su campo. Pizarro muy activo toca a Mendoza, pero el zurdazo -nuevamente- sale desviado.

Venezuela sigue con su libreto conservador. No sale a pesar de estar perdiendo. No arriesga como si su único libreto fuera esperar atrás. Nos respetan se huele, aún sin jugar un buen partido colectivamente, la selección peruana y sus nombres que adornan la delantera lo hacen temido.

Y la fiesta se desató con el segundo gol peruano de Solano a los 17 (st) y en la mejor jugada colectiva del "equipo de todos". Andrés Mendoza se movió inteligentemente y jaló la marca de varios defensores para dejar solo al "maestrito" que con un remate raso a la mano derecha de Angelucci amplió la ventaja para Perú. Fue una cachetada de clase del Ñol. Peru estaba vivo y se llenaba de armonía y fútbol. Tocaba Palacios, Solano, Pizarro y se armaba la orquesta.

A los 27 (st) Acasiete le metió un frentazo espectacular y la pelota se metió limpia al fondo y el tercero para Perú.

El gol venezolano sólo es para la anécdota. También quedfará en el recuero el pésimo arbitraje del chileno Sellman, que se apresuró en la expulsión a Pizarro. También debió ahorrarse la segunda amarilla y debió mostrar la roja directa a Mea Vitali que le entró fuerte y delealmente a Farfán.

Perú ha ganado un partido. No ha clasificado al mundial, ni se ha hecho campeón de la Copa América, pero esta selección del segundo tiempo con su lúcido juego puede acercarnos a noches de alegrías superiores. Pero con clama, los cierto es que, de a pocos, la selección parece encontrar el camino.